20 años de desgracias y desilusiones

Coord. de Promoción Electrónica

Que infamia es ver a un equipo de fútbol que no es capaz de buscar un cambio aún después de saber que los métodos empleados han fallado por cerca de 20 años. La situación del Cruz Azul es una vergüenza y es una falta de respeto para la historia de una institución que durante el tiempo se ha jactado de ser el equipo del pueblo.

Sin duda alguna el fútbol cambia año tras año, algunas veces se implementan nuevas reglas, otras veces se crean nuevos equipos o inclusive se crean nuevas ligas, pero lo que no debe de cambiar es el hambre y la garra que no solamente una plantilla debe de tener, sino todos aquellos que forman una institución repasando desde la plana alta hasta el último utilero. La actualidad de Cruz Azul es triste y no se ve por dónde pueda tener una revolución próximamente. Si bien es cierto que una cantidad enorme de figuras han portado la camiseta, la raíz del mal son las malas decisiones que tanto su dueño, Guillermo Álvarez como su equipo de consejeros y promotores han tomado a lo largo de años.

Para nadie es un secreto ya que el encargado de contratar y despedir jugadores en el equipo cementero no son ni el presidente Álvarez ni el director técnico en turno, sino Carlos Hurtado. Hurtado un empresario afamado dentro del fútbol mexicano ha tomado la batuta en determinar quienes sí y quienes no forman parte de un equipo que años atrás fue representado por figuras gigantes y que hoy, pocos son los que se pueden llamar referentes.

No sé qué diría gente como un Miguel Marín, quien es todavía en la actualidad el mejor portero extranjero que ha jugado en México o un Ignacio Flores, que durante años fue considerado uno de los mejores laterales derechos dentro del fútbol mexicano o la gran pareja de centrales formada por el "Kaliman" Guzmán y Agustín Manzo u Octavio Muciño, Eladio Vera, Horacio López Salgado, Héctor Pulido entre otros. Hablar de todos estos jugadores es remontarse a la época dorada del equipo y, en una época en donde el deporte era quizá un poco más recio que en la actualidad, todos aquellos jugadores que han fracasado durante los últimos 20 años del equipo no tienen cara para decirse estrellas o figuras.

Siempre lo he dicho, cuando se utiliza una institución deportiva con el fin de lucrar y exprimirle hasta el último centavo, su esencia muere, los valores deportivos desaparecen y la gente deja de creer en la hermosura de este deporte que durante años nos ha regalado a lo largo del mundo grandes jugadores profesionales, técnicos y partidos memorables que nunca serán borrados de las mentes de los espectadores. Está demasiado claro el panorama y para que Cruz Azul pueda aspirar al título debe de sacar la mala hierba desde la raíz, en otras palabras terminar la relación con el promotor de jugadores Carlos Hurtado, cambiar de Presidente, de Gerente Deportivo y de Técnico, así como realizar una limpia de jugadores extranjeros y nacionales para que pueda llegar gente de nivel a un equipo con más de 80 años de existencia.

A todos aquellos que ven el deporte como una fuente de ingresos inagotable y que, no hacen nada por mantener viva su esencia, les recomiendo que recapaciten, porque como todo en esta vida las buenas rachas terminan y creo, desde mi punto de vista que si el fútbol se torna todavía más turbio monetariamente hablando sería una pena que muriera solo por el beneficio de unos cuantos individuos como Carlos Hurtado.

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Enrique Reyna Sánchez, estudiante de 5to. semestre de la carrera de Contador Público Internacional en CETYS Universidad campus Mexicali. 20 años. Apasionado del deporte y muy específicamente del fútbol.